5 de febrero de 2010

Otto Preminger escoge belleza














Hace unos días ponía en relación a John Huston con Humprhey Bogart; hoy traigo a colación otra de estas parejas artificiales, surgidas de la frecuente ralación profesional entre un director de cine y, en este caso, una actriz. Preminger, nacido en los que en 1906 era el Imperio Austro-húngaro y emigró a Estados Unidos porque quería triunfar en el cine. Hablan de él como un director duro y exigente que trataba de sacar el máximo jugo a los valores de los actores que se ponían a sus órdenes. Gene Tierney nació en 1920 en el mismísimo barrio neoyorquino de Brooklyn y fue posiblemente con el citado director de origen judío con quien consumó sus mejores papeles como actriz. La Tierney era, fundamentalmente, una mujer guapa, un "status" que puede llevarnos a plantear el eterno dilema de si sólo con su belleza fue suficiente para conseguir ser primera dama en las películas; es posible que en alguna ocasión unos ojos bonitos, unos labios sensuales o un cutis inmaculado hayan servido para poner a alguna por encima de sus posibilidades, pero tras ver recientemente dos de las más significativas actuaciones de Gene Tierney, "Vorágine" y "Laura", tengo bien claro que sabía trabajar, además de que era guapísima, por supuesto.

SINOPSIS: El detective Mark McPherson investiga el asesinato de Laura, a quien encuentran muerta en su apartamento en extrañas circunstancias. McPherson elabora un retrato mental de la joven muerta a partir de las declaraciones de sus allegados. El penetrante retrato de Laura que cuelga de la pared de su apartamento le ayuda en esta tarea. ¿Pero quién hubiera querido matar a una mujer de la que, aparentemente, se enamoraron todos los hombres que conoció? Para empeorar las cosas, McPherson también cae rendido ante su hechizo.

"Laura" es, ante todo, una excelente película; Gene Tirney hace bastante más que exhibir su palmito y se nos presenta primero simpática y atractiva y, conforme se desarrolla el argumento, misteriosa e inquietante. Hay quien considera que estamos ante la mejor película de Preminger, que no es decir poco, y en ella se notan la minuciosidad y la exigencia a los actores que se aseguran definían el quehacer cinematográfico del director de origen judío. Muy buenos los diálogos, excelente la puesta en escena y muy conseguido el suspense que acompaña a todo el film y que, como es lógico, se va acentuando conforme llega el desenlace. Pero, además de la intriga y del climax que se crea, "Laura" es también una película con un matiz claramente romántico.

Junto a Gene Tierney, insisto: espléndida en todos los aspectos, destaca Dana Andrews, en el papel de policía, un actor que volvió a coincidir con Preminger y Tierney en "Al borde del peligro", Vicent Price, que con los años se especializaría en el cine de terror , pero por entonces solía hacer papeles de galán y un magnífico Clifton Webb, un excelente secundario que también destacó como cantante y actor de de vodevil. También aparece Judith Anderson, la mítica Sra. Danvers de "Rebeca", en otro papel en el que tampoco hace de "buena".

Cuentan los que saben de ésto que para sacar adelante su proyecto de "Laura" Preminger tuvo que luchar contra los caprichos de Darryl Zanuck, el Gran Jefe de la 20th Century Fox, que pretendía que los papeles principales los interpretasen Jennifer Jones y John Hodiak, o en su defecto, Heddy Lammar y Laird Cregar, ante lo que el director vienés consiguió imponer el reparto que desde el principio llevaba en la cabeza; el principal escollo acabó siendo Clifton Webb, al que Zanuck no quería ni ver porque era homosexual; Otto insistió, alabando el talento interpretativo de Webb e incluso pidió a Zanuck que le acompañará a ver la representación de la obra de Noel Coward "Blithe spirit" en el Teatro Biltmore de Los Ángeles, de la que Webb era el protagonista; como Zanuck se negó, Preminger filmó algunas secuencias de la obra y se las mostró, ante lo que el Gran Jefe no tuvo más remedio que reconocer que Webb era el actor idóneo para dar vida a Waldo Lydecker.

Al parecer la elección del final de la película también dio lugar a una batalla entre Preminger y el dueño de la 20th Century Fox, pues a éste no le convenció el final previsto por Preminger y le obligó a cambiarlo, aunque el segundo proyecto quedó tan mal que este último acabó por imponer su criterio y el desenlace del film fue finalmente el querido por su guionista. No sólo el final, toda la película constituye uno de las joyas del cine negro.



Sinopsis: Ann Sutton, una mujer atormentada por su secreta cleptomanía, busca ayuda en un hipnotizador sin escrúpulos. Aprovechándose de su vulnerabilidad, Korvo hipnotiza a la cleptómana y la envía a la casa de una mujer a la que él ha asesinado después de robarle el dinero y antes de que la mujer pudiera llamar a la policía. Ann es acusada entonces del asesinato...
En "Vorágine" Gene Tierney vuelve a estar guapísima, pero su papel es bien distinto, el de una mujer atormentada por su enfermedad -es cleptómana- y por su situación, ya que se le pretende imputar un asesinato. Es una película con un interés añadido, pues en ella se habla de las técnicas del psicoanálisis y el hipnotismo. Hay quien asegura que de las cuatro colaboraciones de la Tierney con Preminger "Vorágine" es la más floja, aunque muy buenas tiene que ser las dos que no he visto para que sea cierta esta afirmación.

Se trata de una película de suspense, y es cierto que le falta ese ambiente de tensión que con tanta maestría consigue Alfred Hitchcock, pero la puesta en escena es excelente, el guión complejo e interesante y se consigue una atmósfera inquietante, aunque sin la capàcidad turbadora del genio del suspense. Acompañan a Tierney en el reparto Richard Conte, un actor que destacó en esos años 40 y 50 y, por encima de todos, un formidable villano encarnado por José Ferrer, un puertoriqueño que estuvo tres veces nominado al Oscar, ganando el del mejor actor en 1950 con "Cyrano de Bergerac".



Las dos otras ocasiones en las que Otto Preminger y Gene Tierney cruzaron profesionalmente sus vidas fueron en "Al borde del peligro" (1950), otra película policiaca en la que también comparte cartel con Dana Andrews y a la que se acusa de un flojo final y "Tempestad sobre Washington" (1962), un drama de naturaleza política con una Gene Tierney bastante más madura y con un reparto de excepción que encabezan dos auténticos monstruos del celuloide, Henry Fonda y Charles Laughton y en el que también aparecen nombres tan importantes como Walter Pidgeon, Burgess Meredith y Peter Lawford.



7 comentarios:

Máster en nubes dijo...

Modestino... ¡Laura es una de mis favoritas! Ay, por Dios, qué romanticimos me embarga los viernes, voy a vérmelo. En serio ahora: estupenda entrada. Gene Tierney (no sé si lo escribí bien) es estupenda... Tiene otra película que me apasiona: "El fantasma y la Señora Muir..." con Rex Harrison, ¿la has visto? Llorarás como un descosido, bueno no sé, es buena para llorar cuando se quiere...

Buen fin de semana, ay el cine ese que nos pones, Modestino, qué curradita cada entrada...

Modestino dijo...

"Laura" es un peliculón, y el menda no sabía ni que existía hasta que hubo quien me la prestó y me hizo disfrutar.

No he visto "El fantasma y la Señora Muir" y tomo nota, y otra película de Gene Tierney que creo es espectacular es "Que el cielo la juzgue".

sunsi dijo...

Tomo nota de toooodo, Modestino. Tomar nota significa eso: escribirlo en un papelito. Hoy me toca a mí elegir película. Propondré Laura... A ver si hay quorum.

Un saludo, jurisconsulto, cinéfilo, devoralibros...

ana dijo...

Al igual que Sunsi, tomo nota. Creo que he visto "Que el cielo la juzgue" hace muchos años, pero ya no lo recuerdo bien, y es posible que las mezcle con otra. Gracias por traer este cine a tu ventana.

Saludos, y que tengas un fin de semana tranquilo.

Modestino dijo...

Hay películas que se pueden ver muchas veces, incluso en la misma semana;).

annemarie dijo...

Sí, confieso que hay películas a las que he visto varias veces en la misma... semana, dices tu? :)) Te arreglan no sé qué mental, creo que es eso. :))

Modestino dijo...

Quizá exageré al hablar de ver películas cada semana...

Sí, a veces tu cabeza necesita títulos concretos...:)