10 de febrero de 2010

"El poder y la gloria", Graham Greene



El otro día en el blog vecino del barullo se mencionó este libro que para muchos es la obra cumbre del gran novelista inglés; la verdad es que me dí cuenta que era un título que tenía en el olvido y su referencia sirvió para que reapareciera en mi memoria el recuerdo de una lectura excelente. Me lo había recomendado un experto profesor de literatura en el verano de 1979, si bien hasta la época de mi servicio militar, tiempo en el que intensifiqué mi costumbre lectora, allá por 1981 no me decidí a leerlo. Han pasado casi 30 años de esta lectura, pero conservo claro el recuerdo de que resultó ser un libro magnífico y, aún entre brumas, de que la lectura se fue haciendo cada vez más apasionante, algo que dice mucho de la calidad de una novela.

Las historias que como la que narra aquí Greene están ambientadas en Méjico tienen un algo especial; desde las novelas negras llamadas fronterizas de gente como Elroy hasta "El poder del perro", de Don Wislow, uno de los libros más vendidos en los últimos meses nos hablan de un ambiente, unos paisajes y unas gentes muy especiales. Si hablamos del Méjico revolucionario, la cosa aún es más significativa. "El poder y la gloria" cuenta la historia de un sacerdote católico que se esconde en el estado mexicano de Tabasco durante la década de 1930, un tiempo en que el gobierno mexicano se esforzaba en suprimir la Iglesia Católica en varias áreas del país, época que allí llamaban la de la "guerra cristera".

Greene describe el ambiente de calor, desierto y polvo, de chozas y miseria, y en medio un sacerdote que lucha por pasar la frontera a otro estado donde pueda sentirse más seguro. La figura del cura está muy conseguida, no es un ser perfecto, un sacerdote ejemplar: tiene una hija, le gusta el whisqui más de la cuenta y está aferrado a la vida, pero lejos de mostrarle como un paria, un degenerado, Greene se ocupa de mostrarnos que por encima de todo él sigue siendo un hombre de Dios. El autor nos enseña el interior de José, así se llama el cura, y allí a parece un hombre atormentado, una conciencia herida por remordimientos y ansiedad; Greene disecciona a este hombre arrepentido y errante, que se resiste a vivir con su pasado y que busca su absolución.

Este libro, escrito en 1940, fue polémico en su momento; la excesiva ortodoxia de los planteamientos de entonces, y posiblemente una lectura en exceso rígida de la novela llevó incluso, si no estoy mal informado, a algún intento de veto desde el Vaticano. Pero creo que Greene, uno de esos escritores conversos, nos plantea con acierto una historia real, nos muestra un personaje claramente pecador, pero lleno a la vez de valores y nos permite llegar a conclusiones positivas alejadas de maniqueísmos y edulcoraciones.

"El poder y la gloria" tuvo también su versión cinematográfica, titulada en este caso "El fugitivo" (1947) y dirigida nada más y nada menos que por John Ford, con Henry Fonda en el papel protagonista; en 1959, fue adaptada para la televisión británica con James Donald en el papel principal, mientras en 1961 destacó una versión para la televisión estadounidense con Laurence Olivier haciendo de cura José.













Un libro magnífico, de esos que permanecen al cabo del tiempo, que se pueden leer unas cuantas veces, que quedan para la historia. Dejo un par de enlaces que me parecen de interés.

http://www.criticadelibros.com/drama-y-elemento-humano/el-poder-y-la-gloria-graham-greene-2/

http://www.artegnos.com/abr2002/APUNTES.htm


6 comentarios:

ana dijo...

Tomo nota, Modestino. De la película y del libro. Lo has presentado interesante... ese saber que las personas no somos redondas, previsibles, y que por encima de nuestros desatinos está nuestra mirada. Atractiva pinta la lectura. Gracias.

Que tengas un buen día.

Suso dijo...

Charles Moeller, en Literatura y cristianismo- apasionante- tiene un análisis del Poder y la Gloria inolvidable, por ameno y profundo.

Híncale el diente

annemarie dijo...

Muchos de estos escritores conversos del siglo XX tienen una enorme falta de paciencia para con la falta de honestidad, lo que les hace ver las cosas, y sobretodo la gente, como desde arriba, sin mezquindades ni juegos, pero sobretodo sin idealizaciones. Los guiones de sus libros son en general muy poco interesantes, en mi opinión, y esto pasa con Graham Greene, pero lo que intentan decir tampoco tiene nada que ver con guiones, el guión ya está dado, y ellos lo encontraron, precisamente, y eso es super interesante. Me encanta su punto de vista, pero no sus libros, que me parecen siempre helados (aunque el escenario sea Mexico). Dominan el guión, que es muy sencillo, además, pero la felicidad o como se le llame todavía no está allí.

Suso dijo...

Annemarie, no te enfades, pero me parece que no has leído "El poder y la gloria".

Modestino dijo...

La obra de Charles Moeller es francamente buena, me has animado a retomarla.

De Graham Geenre solamente he leído "El poder y la gloria" y otro libro cuyo título no consigo recordar que no me dijo nada, pero "El poder y la gloria" no me pareció frío en absoluto.

annemarie dijo...

A mí sí, será cuestión de sensibilidades distintas. Me encanta su postura, sin embargo. Tal vez te refieras a "Nuestro hombre en la Habana", que tampoco me dice mucho. Creo que las tentativas de humor de estos autores no son nunca muy conseguidas, y su descripción de la humanidad es, no fría, sino más bien helada, tal vez porque intentan sobretodo situarse, sin leveza, en un plan de honestidad completa - en mi modestísima opinión, claro.