14 de febrero de 2010

La cocina de los zares



La Escuela de Hostelería de Huesca tiene un prestigio ganado en buena lid desde hace tiempo; habitualmente se puede comer allí por un módico precio y el resultado suele ser muy positivo. Cada año realizan unas jornadas gastronómicas, ya van por las XIX y este año han estado dedicadas a la cocina rusa de la época imperial, y no hay ninguna duda de en tiempo de los zares sabían lo que hacían en materia culinaria.

El pasado jueves acudí en compañía de unos amigos a comer allí y puedo decir que la experiencia fue excelente. Cada día el menú es distinto y el jueves resultó francamente bueno; empezamos con un cóctel llamado "Skarka" compuesto por vodka, limonada, jarabe de azúcar y caviar de remolacha, lo justo para conseguir abrir el apetito. El primer plato sólido fue "Kulibiak", una especie de boulavant que contenía arroz blanco, setas, huevo duro y salmón para seguir con lo que, en mi opinión, fue la estrella del menú: bacalao con patata, digno de cualquier restaurante de primer nivel para seguir con pato relleno de manzana, algo que aunque tenga nombre de minuta de restaurante chino, era un manjar propio de Nicolás y Alejandra. El postre recibía el nombre de "Gouryevskaya kasha" y afortunadamente no nos exigieron pronunciarlo bien para permitir que lo degustáramos, se trataba de una especie de pastel muy parecido a los mazapanes toledanos; el colofón era café ruso blanco, receta que debía haber sido sacada de algún príncipe ruso con orígenes irlandeses, pues se parecía al café propio de dicha isla, aunque como es lógico el caviar sustituía al whisqui.

Los platos habían sido, lógicamente, elaborados por los alumnos de Hostelería, quienes también servían las mesas, ataviados por cierto con ropajes propios de la época, de manera que uno era atendido por jóvenes estudiantes de hostelería vestidos de cosacos, princesas rusas, nobles de la estepa, etc, todo un espectáculo simpático y bien presentado. La comida era amenizada por profesores del Conservatorio oscense que tocaban música rusa con el acordeón, el violín y el contrabajo.

Pero, por encima de todo, quiero destacar el ambiente, lo bien organizado que estaba todo, la simpatía del personal y lo grato que resulta ver a unos chavales normales y corrientes disfrutando de un montaje que es un éxito repetido en Huesca y que nos hizo pasar unos momentos agradabilísimos.


3 comentarios:

ana dijo...

Sí que nos han puesto los dientes un poco largosssss...
... y bueno, ¿me creerías si te digo que yo hoy tengo metido en la cabeza que es lunes? ainsss.

Modestino dijo...

No0s lo vamos a tener que hacer mirar.

ana dijo...

No sé... Modestino. A lo mejor estamos mejor así... despistadillos y tan contentos. Orientarse estrictamente me da a mí que no va a ser muy bueno en los tiempos que corren...

;))

Que empieces la semana con el mejor pie... para qué vamos a hablar de días... ni de pie derecho o izquierdo... ;))