22 de mayo de 2010

Un coche que marcó una época



En la feliz -que lo era- España de los años 60 tener un Seat 1500 era señal de que a uno las cosas le iban bien; por supuesto, había quien tenía un Mercedes, por las calles paseaba algún deportivo -Alpine, Ford Mustang, Alfa Romeo, ...- y los más "exhibicionistas" conducían un Dodge Dart, pero el coche grande por excelencia era el 1500: casi todos los taxis lucían este modelo, quienes ostentaban algún cargo lo tenían como coche oficial, los que se ganaban bien la vida lo usaban como propio y aquellos que tenían familia numerosa -frecuente en la época- se compraban, si los ingresos se lo permitían, el modelo "Ranchera" del vehículo en cuestión.

El Seat 1500 es un recuerdo más de infancia; la verdad es que cuando ahora veo el vehículo casi me parece un tanque más que un coche, una especie de pequeño "acorazado" de carretera, un mamotreto con ruedas con aspecto de cacharro inmanejable. Pero cualquiera que conozca del tema, todos aquellos que en su día utilizaron el "trasto" te hablan de un coche excepcional, seguro, eficaz, que supo aguantar el paso de los años y dio un rendimiento espectacular.

Así como el mítico 600 supuso en su día toda una revolución, el 1500 dio un toque de prestancia y poder a la marca; apareció en 1963 y se convirtió en la aspiración de quienes tenían sus ambiciones personales. Dicen los expertos que el coche estuvo marcado desde sus inicios por profundas influencias norteamericanas, de manera que las primeras series aparecían con frecuencia con neumáticos caracterizados por llevar bandas blancas, su parte posterior es heredera de la llamada "moda atómica" que se generalizó en USA en los años 50, caracterizada por las enormes colas que emulaban los alerones de los cohetes, siendo importantes también los cromados.

Cualquier regreso -virtual, emocional, idealizado, ...- a los años 60 y 70 nos llevará, entre otras cosas, a contemplar unas calles donde aparecen continuamente estos vehículos inolvidables, que en su momento nos parecieron el no va más en fabricación española y ahora nos provocan una sonrisa nostálgica.

12 comentarios:

veronicia dijo...

Tienes razón Modestino España era feliz en los 60 sólo que no lo supo hasta después, también fue feliz en los 70 y no se dio cuenta hasta después, fue feliz en los 80 y en los 90, y en la primera década del s.XXI se dará cuenta próximamente... con esa condición tan humana "cualquier tiempo pasado fue mejor".
La mágia del cine me acerca a la vida de entonces, y no me refiero a las películas que hacen ahora sobre los 60´s, sino a las películas españolas que hicieron disfrutar a los que vivieron entonces como "La gran familia"
Feliz sábado!!!!
PD: mi infancia fue en un Land-Rober como un tanque de grande, lento e incómodo.

Modestino dijo...

Con el tiempo todos los recuerdos se vuelven entrañables. El problema es que, también con el tiempo tendemos a desfigurar el pasado, y hay quien puede pensar que esos años fueron difíciles, y no lo fueron tanto, ni mucho menos.
El cine español de la época tiene obras geniales: desde los míticos logros de La pareja Berlanga-Pepe Isbert ("El verdugo", "Bienvenido Mr. Marshall", ...) hasta las de Tony Leblanc, López Vázquez y cia pasando por las que interpretaban Alberto Closas, Fernan Gómez, Concha Velasco, ...

sunsi dijo...

Pues sí, Modestino. Ahora nos parece un tanque pero entonces... Quién lo pillara. Un coche con categoría.

Fíjate que el primer coche que tuvimos fue un dos caballos gris marengo de la marca citroen. Y si ahora me dan a elegir ,por estética, me quedaría con el cacharrillo que compramos. Menudo morro tenía el 1500. Una odisea para aparcar.

Qué tiempos. Éramos entonces unos infantes... felices. Porque lo fuimos. No sé si es una sensación o es cierto que todo era mucho más simple.

Un saludo desde Tarraco.

Modestino dijo...

Entonces se iban de veraneo los papás, tres o cuatro niños, la abuelita y la tata metidos en un 600. Y cabían...

veronicia dijo...

Que bueno!!! que recuerdos!!! En mi familia a veces ibamos en un seat 127 rojo y mi madre si peleábamos "soltaba" la mano sin mirar hacia todos en general (en aquel momento 4 hermanos, ahora somos 6...)
Que paciencia los padres si es que se han ganado el cielo!(ni música, ni aire acondicionado, el "falta mucho" cada dos por tres...)

Modestino dijo...

Hemos de tener cuidado con tanta nostalgia, que es señal de hacerse mayores ... ;);)
A lo que dices cabe añadir que los viajes en carretera. Aún recuerdo cuando ir de Zaragoza a Barcelona constituía una auténtica odisea.

ana dijo...

... ainssss ... ahora sí que me devolviste a la infancia.

El primer coche de mi padre fue un 1.500, color gris... yo miro ese coche y no puedo evitar sentir la mano de mi padre... "casi" hasta la podría tocar de lo cerca que se me aparecen ambos... el coche y la mano. Me gustaban mucho sus manos sobre ese volante... y también recuerdo iNmensamente un Dodge Dark...

... pero no, que no os suene rimbombante... esa es otra historia. Yo nací bastante después...

... gracias por el recuerdo. Qué genial!!! Cómo me ha prestado esta entrada!!!

FELIZ SÁBADO!!!!

Modestino dijo...

Me ha hecho gracia eso de que te haya "prestado" la entrada.
Los objetos nos traen recuerdos de las personas, y ésto les hace entrañables, algo que no son "per se".

sunsi dijo...

Modestino... ¡¡¡y no te multaban por ir tan apretaditos!!! Al fin y al cabo, el calor y la incomodidad era nuestro problema...

Modestino dijo...

Hablo más de experiencias ajenas que de propias.
Eran otros tiempos en los que todo estaba menos reglamentado, algo que puede que incluso tuviera sus ventajas.

Mª Dolores dijo...

Menudos recuerdos, Modestino. Si éramos felices, sí. Como niños que éramos.
El primer coche que tuvimos en mi casa fue el sufridito 600. No olvidaré el día que mi padre apareció en casa con el coche.
Todavía no entiendo cómo fuimos capaces de entrar en aquel coche hasta nueve personas. Parece el chiste de los chinos. Pero había que ir a la playa... nosotros y los vecinos.
Del 600 pasamos al 1430. ¡Menudo elefante! El primer coche que conduje. ¡Cómo pesaba! ¡Viva la dirección asistida!

Modestino dijo...

El 1430 fue el continuador del Saet 124: la misma carrocería y motor mejroado. Fueron un paso adelante en su momento. Entre el 600 y el 1500 y éstos apareció el 850, que tenía versiones "Coupé" y "Deportivo".