22 de agosto de 2010

"Magnolias de acero" (1989)

SINOPSIS Comedia dramática coral que refleja una historia cotidiana, de amores y desamores entre un grupo de amigas en una pequeña ciudad norteamericana. En el centro de este grupo está Shelby Eatenton, recientemente casada y felizmente embarazada, sino fuera por el hecho de que su diabetes puede hacer peligrar la vida de su hijo. Ante esta posibilidad, ella busca el refugio en sus amigas.

La época que enlaza la década de los 80 con la de los 90 fueron tiempos en los que seguí especialmente el cine, y de esos años recuerdo con especial cariño un buen número de películas: "Paseando a Mis Daisy", "El príncipe de las mareas", "La caja de música", "El club de los poetas muertos", "Tiempos de gloria", "Cinema Paradiso", "Cyrano de Bergerac", "JFK", ... "Magnolias de acero", un film dirigido por Herbert Ross sobre un guión de Robert Harling, ocupa una posición preferente entre todas ellas. Recuerdo que la vi dos veces y fue de esas ocasiones en las que el segundo visionado perfecciona y mejora la impresión final. Al cabo de veinte años, la sigo recordando como una de las mejores películas que he visto.

"Steel Magnolias" es un canto a la mujer, a la fortaleza, el empuje, el optimismo y la imaginación femeninas; una exaltación de la fuerza vital de las mujeres, de su capacidad de sobreponerse al dolor, de ayudar a los suyos, de vivir una verdadera amistad. de hecho, uno no recuerda ningún papel masculino relevante en todo el film. Recuerdo muy especialmente la escena de cinco mujeres en el cementerio, tras el entierro de Shelby (Julia Roberts), en la que sin perder un ápice del dramatismo del momento, prorrumpen en una sonora carcajada que convierte a dicha escena en emblemática precisamente por el contraste de la reacción de las protagonistas, una de ellas la madre de la difunta.

La película supone, además, un aldabonazo a la defensa de la vida, con el testimonio del personaje de Shelby, por el que Julia Roberts fue nominada al Oscar a la mejor actriz de reparto, que pone la vida de su futuro hijo por delante de la suya propia. Es el momento en el que la comedia se convierte en drama, pero se presenta de una manera suave, elegante, con la referida escena final del cementerio que siempre me ha parecido una de las más tonificantes que recuerdo del cine. El hecho de que la película se desarrolla en un escenario prácticamente único -de hecho es la adaptación cinematográfica de una obra de tetaro escrita por el mismo Robert Harling- facilita la solidez argumental de la misma.

El reparto es de lujo, con seis de las mejores actrices del Hóllywood del último cuarto del siglo XX; Sally Field y Julia Roberts son una madre y una hija creíbles, Shirley MacLaine borda el papel de mujer escéntrica y de carácter que tan bien le va, Olimpia Dukakis aporta serenidad y elegancia, Dolly Parton es una peluquera genial y Darryl Hannah ofrece el toque rebelde y progre a la cinta. Entre todas suman seis Oscars y cinco nominaciones: casi nada. Además, parece que el director ha sabido colocar a cada una el personaje adecuado, además de que ha coordinado excelentemente las intervenciones de todas ellas ... sin que haya, como quedó dicho, hombre alguno que sea capaz de hacer el más mínimo de sombra.

En el mes de agosto de 1991 vi la película por segunda y última vez, por lo que no puedo asegurar como ha soportado el paso del tiempo, ni si ahora mi visión sería tan positiva, pero sin hacer tal experimento, puedo asegurar que al menos en su día fue una de las películas que me dejó mejor sabor de boca.




4 comentarios:

Ana, princesa del guisante dijo...

Esta es una de las nuestras, de las que nos veíamos la del Hilo,y yo, en nuestro piso de estudiantes. Un canto a la vida, a la amistad, al amor incondicional, a la paciencia (recuerdo a Sally Field, preparando la boda a toda pastilla, y su marido y sus hijos intentando espantar a los pájaros a base de petardos).
No creo que el paso del tiempo sea benevolente con la estética ochentanoventera, me pasó con Armas de mujer. Pero todo lo que dice es un ejemplo.
Gracias, Modestino.

veronicia dijo...

Modestino puedo confirmarte que lleva bien el paso del tiempo; esta película la reponen en TV con indudable éxito.
Personalmente lo que más me gustó fueron las conversaciones en la peluquería, donde se describen los personajes.

En ocasiones en las peliculas en que describen la amistad entre mujeres las estereotipan simplificando los personajes cuando en la realidad todos/as tenemos un poco de cada uno de ellos, aunque en el cine este recurso funciona muy bien. Por ejemplo Mujeres desesperadas, Sexo en Nueva York o Mad men...

De las otras películas que has comentado Paseando a Miss Daisy, El Club de los poetas muertos sin duda son para mi guiones de 9 sobre 10 y Cinema Paraiso es escuchar esa música y emocionarme...
Preciosos recuerdos Modestino

veronicia dijo...

Princesa, ayer hicieron en la TV Armas de mujer, la estética de la época es una cosa y el guión y la interpretación otra.(Por cierto de las mejores interpretaciones de Melanie G.)

Ver en "Magnolias de Acero" o en "Pretty Woman" a Julia Roberts interpretar a una joven de los ochenta/noventa o verla interpretar hace tres años en "La Guerra de Charlie Wilson" a una mujer a finales de los ochenta/noventa donde se sitúa la acción de la película es parte de la magia del cine

Modestino dijo...

De esas películas, veronicia, hablaré -si Dios quiere- en próximas ocasiones. Ya veré por cual empiezo. Del "Príncipe de las mareas" ya lo hice.

A mí también me parecen geniales tanto la escena de la preparación de la boda -¡¡que mal volvemos a quedar los hombres!!- como las de la peluquería.