27 de diciembre de 2011

Teatro en pantalla

El otro día terminé de ver "¿Quien teme a Virginia Woolf?", la película de Mike Nichols que llevó a la pantalla una magnífica obra de teatro de Edward Albee; se trata de un film magnífico que ostenta el record de haber sido la única película en la historia de los Oscars que tuvo nominaciones para los trece premios, si bien al final "Un hombre para la eternidad" le ensombreció la noche a Nichols dejando en cinco los premios de su obra maestra e impidiéndole obtener los soñados Oscar a la mejor película y la mejor dirección. De cualquier manera esta dulce derrota no disminuye la calidad del trabajo de director y actores y tanto una película como otra forman parte de aquéllas que es aconsejable ver, posiblemente varias veces. Se trata de una película dura, de una intensidad dramática que casi calificaría como agotadora; podría utilizarse ese calificativo tan al uso de "claustrofóbica", pues casi todo el film se desarrolla entre cuatro paredes, con una única salida de las dos parejas protagonistas para tomar una copa en un bar de carretera. No es fácil llevar al cine una obra pensada y escrita para el teatro, pero en esta ocasión el acierto ha sido total, como también pasó con otras piezas teatrales como "Un tranvía llamado deseo" o "La gata sobre el tejado de zinc".

La película nos habla fundamentalmente de un matrimonio explosivo, el que forman Martha (Liz Taylor) y George (Richard Burton): él es un alcoholizado y amargado profesor de Universidad y ella una mujer frustrada y de pésimo carácter, hija del director de dicha universidad. Ambos se odian, conociendo cada cual perfectamente los defectos y debilidades del otro. En medio de su particular guerra aparece de visita un joven, apuesto y ambicioso profesor, Nick (George Segal), acompañado de su inmadura e ingenua esposa Hooney (Sandy Dennis); la visita mueve a Martha y George a iniciar una especie de juego maléfico y destructivo que va incrementando la tensión entre los cuatro hasta límites inaguantables. Los diálogos son implacables y hay que estar bien atento para no perder ripio; cada personaje está formidablemente diseñado y los actores se exhiben en una actuación memorable.

Los cuatro intérpretes del film fueron nominados para el Oscar, si bien solamente ellas, Elizabeth Taylor y Sandy Dennis, se hicieron con la estatuilla, claro que imponerse al Paul Scolfield de "Un hombre para la eternidad" y al Walter Matthau de "En bandeja de plata" cabía definirlo como "misión imposible". De cualquier manera se trata de cuatro interpretaciones magistrales, por mucho que no podamos evitar reconocer que las de Taylor y Burton rozan lo sublime; ... y uno se pregunta si en la realidad su matrimonio tuvo algún tipo de similitud con el de la ficción.

En mi opinión "¿Quién teme a Virginia Woolf"? es una de esas películas que deja agotado, hay que seguirla intensamente y el final es de una crudeza notable, el guionista llega a rizar el rizo de la crueldad para llegar hasta donde llega. Me queda la duda del título, aunque el hecho de reproducir la célebre cantinela de los tres cerditos en relación a todo un icono del feminismo no deja de dar pistas de por donde iba Edward Albee.






4 comentarios:

Tommy dijo...

Lo del título es un juego de palabras entre Virginia Woolf y el "the bad big wolf" (el lobo feroz) que se canta, efectivamente, en la famosa canción de los tres cerditos. Por cierto, como muy bien has dicho el personaje de Liz Taylor se llama Martha y no Virginia (es más, miss Taylor jamás interpretó a un personaje que llamara así), aunque recientemente la guapísima Marta Etura, compañera en el trabajo y en la vida de Luis Tosar, dijo que uno de los papeles que le gustaría hacer en teatro sería la Virginia de "Quién teme a Virginia Woolf".

Como también has dicho muy bien, los cuatro intérpretes de la cinta fueron candidatos al Oscar. Sólo en dos ocasiones más fue nominado el reparto completo de una peli: "La huella" (la de 1972, claro, no el remake de hace unos años) en donde a estas alturas todo el mundo sabe que sólo salían dos actores, Laurence Olivier & Michael Caine, y "Mándalos al infierno, Harry" (1975), adaptación literal al cine de una obra de teatro para un solo actor en la que James Whitmore interpretaba al presidente Harry Truman.

Y ya para terminar el quiz de los Oscar, la única actriz que ha ganado el premio por interpretar a Virginia Woolf, que evidentemente no fue el caso de Liz Taylor, fue Nicole Kidman en "Las horas" (2002).

Modestino dijo...

Es que los de la ceja en el fondo son unos ignorantes. A lo mejor también piensan que interpretar a Groucho es marxismo puro.

veronicia dijo...

Conste que ésto me lo saco de la manga... pero no soy crítica de cine y lo puedo hacer... "Quien teme a Virginia Wolf" seria una vuelta de tuerca al titulo "Quien teme a Leonard Wolf" en el que una autora plantea la tesis de que Virginia Wolf se suicidó a causa del maltrato psicologico de su esposo; a la inversa y repetido por la protagonista en la obra de T Wiliams (E. Taylor) sería un juego de palabras dirigido a su esposo; debería temerla a ella como causante de la locura... una sutil amenaza dirigida a él que como profesor de literatura captaría la indirecta (si no recuerdo mal era profesor de literatura...)

Inolvidables R. Burton y E. Taylor... lo hacen tan bien que sólo un matrimonio o dos profesionales pueden pelear hasta ese extremo de forma creíble!

Modestino dijo...

Insisto: tengo curiosidad por saber si el matrimonio Burton-Taylor llegó a ser tan tormentoso como el de este film.