13 de marzo de 2013

La sobrina de Depardieu

Todos los años por estas fechas, la Escuela de Hostelería de Huesca organiza unas jornadas gastronómicas en las que los alumnos exhiben sus habilidades cara al público; dichas jornadas suelen tener un tema central en torno al cual giran los distintos menús que se sirven a lo largo de 3 o 4 días de la semana. Otros años los motivos elegidos fueron, por ejemplo, Rusia y Francia y puedo dar fe del éxito de la organización. Esta vez se ha elegido el cine como "lev motiv" y desde el lunes hasta el jueves de esta semana se ofrecen distintos platos -cada día hay menú diferente- cada uno de los cuales anda relacionado con una película determinada: "Lost in traslation", "Titanic", "Cuscús", "Ratatouille", "El padrino", "El señor de los anillos", "Pulp fiction", ...El lunes probé la cuestión y un año más la cosa les ha salido de primera.

Los alumnos que se ocupan de servir la comida se visten cada año con disfraces alusivos al tema de que se trate, y así esta vez pude observar como e paseaban por el comedor Batman, Superman, Julio César y alguno más ... en concreto una chica alta y resuelta deambulaba por las mesas disfrazada nada menos que de Obelix, una caracterización que uno piensa a priori debía corresponder a un muchacho, pero la moza estaba formidablemente caracterizada con algún tipo de estructura interior que le hacía aparentar el volumen del incansable compañero de Ásterix, a la vez que debía soportar un enorme mostacho de color rojo. Se veía a la legua que la chica era espabilada, que funcionaba con soltura y ningún tipo de tensión por el local, además de que, aún disimulado por un disfraz que incluía bigote, era sin duda una mujer bien parecida.

Una comida grata, con amigos que te ayudan a pasarlo bien y disfrutar de la compañía, un menú original, donde destacaba un plato que incluía anguila, pez que nunca había probado, un pan diseñado en forma de cámara de cine, un cordero empanado con semillas de amapola y un postre dedicado a María Antonieta cargado de dulzura y ¿quien lo iba a decir?, una chica maja a la que incluso le sentaba bien el disfraz de Obélix.

5 comentarios:

Susana dijo...

Qué envidia me das.:) Un beso.

Modestino dijo...

Luego viene la sal de fruta, no te creas ...

Anónimo dijo...

Hoy estuve en la Escuela de Hostelería; me sentía feliz de haber podido asistir y comprobar con que ilusión y profesionalidad nos atendían las jóvenes promesas de la hostelería.
Desde recibirnos y guardarnos las chaquetas hasta tener siempre presente un encargado de mesa que se preocupaba por estar perfectamente atendidos.
Lo más destacable para mi la originalidad de las presentaciones de platos y lo más entrañable el servicio que nos dieron.
Desde aquí mis felicitaciones.

Modestino dijo...

Comparto tu vivencia ... a mí también me encantó la compañía ;)

Reina Reyes dijo...

Hubiera sido muy féliz en ir a un acontecimiento así. Me alegro por los que disfrutastéis de esa jornada, por cierto, cargada de originalidad...que es lo mejor de la gastronomia.