14 de abril de 2015

Las cosas no son, necesariamente, como nos gustaría


Todos sabemos que esta vida no es un camino de rosas; los años, no obstante, nos enseñan a ir trampeando obstáculos, a enfrentarnos con las complicaciones y asumir con entereza los aguijonazos que proceden del paso del tiempo, de las circunstancias vitales y de la cierta perversidad  de algunas personas. Las convicciones nos ayudan a encontrar motivos para seguir adelante  razones a aquellos sucesos que nos cuesta entender, así como a ejercitar el amor al prójimo, porque si alguna ventaja tiene la adversidad es que bien asumida nos hace mejores, más comprensivos, más solidarios y, en consecuencia, menos egoístas.

Pero, de cualquier manera, la realidad no es siempre como nos gustaría verla; he conocido a demasiadas personas que caen en el error de pintarse una realidad distinta, que al revés de lo que debería ser el curso racional y lógico de los acontecimientos, primero llegan a las conclusiones y posteriormente acuden a la experiencia. Es posible que anden tan seguros de sí mismos que se hacen incapaces de cambiar el chip, de añadir botones a su particular mando a distancia, que a lo mejor no tiene demasiados.

En ocasiones nos falta perspectiva: tomamos la parte por el todo, nos aferramos a criterios trasnochados y dogmatizamos lo opinable, de manera que terminamos siendo incapaces de contrastar la visión de otros, de asumir las cambios que traen los tiempos y de renunciar a algún que otro principio sobrevalorado. 


7 comentarios:

Driver dijo...

Efectivamente, las cosas no son como nos gustaría.
Es más, suelen ser bastante distintas.
Insisto, las más de las veces diametralmente opuestas a cómo nos gustaría.
...
¡Pues enhorabuena!
...
¡Cómo que enhorabuena!
...
Si sabes que las cosas son diametralmente opuestas a como te gustarían, es porque sabes exactamente donde está tu norte.

No es cuestión baladí.

Modestino dijo...

Buena reflexión¡¡¡, el problema es cuando hay quien pretende hacerte comulgar con ruedas de molino, quien te quiere vender una moto.

Anónimo dijo...

Soy mas de pensar que la realidad no se puede cambiar pero la forma de verla si. Elijo pensar que mi vida tiene mas rosas que espinas. Cuando alguien prefiere pintarse una realidad distinta no tengo nada contra eso, otra cosa es que yo me vaya a dejar contagiar.

Modestino dijo...

Una actitud inteligente.

Ana dijo...

En "mi particular mando a distancia" introduje hace tiempo el botón "hacerme la tonta" (ante el constante intento de venta de motos que sufro)

A veces, me canso...

Ana dijo...

En mi "mando a distancia particular" introduje hace tiempo el botón "hacerme la tonta" (ante el constante intento de venta de motos que sufro)

A veces, me canso

Modestino dijo...

Ahí, ahí ... que venden muchas motos, y no solamente en la tele ...