10 de noviembre de 2015

Distancias y cercanías


El tipo de vida que se ha impuesto desde hace años puede volvernos autistas y desconfiados. A veces tengo al impresión de que miramos a casi todos los demás con recelo y desde lejos y caminamos con la calle mirando de reojo a nuestros conciudadanos, como si en cualquier momento se fueran a revolver contra nosotros.

¿Por qué nos alejamos del resto, ... o de parte de él?; en ocasiones puede ser la timidez, en otras algún complejo, bastantes una mentalidad con demasiadas ideas preconcebidas, influida quizá por una extensión desmesurada de dogmas y convicciones, ... incluso habrá quien justifique la distancia en un pretendido poder o supremacía que suele carecer de fundamento y motivo.

Pero basta abrir un poco la mente para descubrir el encanto de la cercanía, para aprender que detrás de un rostro frío suele haber una sonrisa, que el silencio esconde confidencias y el anonimato puede ocultar un carácter atractivo, una personalidad deliciosa. Un buen planteamiento: descubrir a la persona detrás de su ropa informal, de sus tics nerviosos, de su cara de prisa, de su mirada esquiva, ... de ese anonimato que no tiene porque ser eterno.

Nota del autor: Dedicado a tantos y tantas con los que me cruzo cada mañana, algunos habitualmente, otros de vez en cuando, ... también a aquellos que se quienes son y ellos tal vez no ... o viceversa ... y por supuesto, a quienes tengo la enorme suerte de poder decir adiós.

3 comentarios:

Susana dijo...

En una ciudad pequeña es más fácil conocerse. Un beso.

Anónimo dijo...

Modestino: hace usted la vida un poquito más bella en cada entrada. Convierte lo cotidiano en algo casi maravilloso.

Gracias

Modestino dijo...

Gracias¡¡¡¡, aunque ese trato de usted hace que me sienta mayor ... y algo lejano. :) :)