26 de julio de 2016

Protagonismos


Han pasado ya un par de semanas desde que se jugó la Final de la Eurocopa, ese partido que consagró a Portugal como triunfadora contra todo pronóstico y cuando lo tenía todo en contra. Uno de los incidentes más comentados del encuentro fue la lesión de Cristiano Ronaldo, un golpe recibido de un rival -qu,e por cierto, no me pareció precisamente fortuito- privó a los lusos de su gran estrella a las primeras de cambio. El ídolo portugués y madridista tuvo que abandonar el campo cojeando, mientras realizaba toda una exhibición de gestos dramáticos y lágrimas desesperadas. Comprendo la tristeza que puede suponer perderse un partido tan importante, pero también intuyo detrás de la actitud de Cristiano algo de teatro y afán de protagonismo.

Un protagonismo que también se reflejó durante parte de la segunda mitad y toda la prórroga, cuando el capitán portugués se dedicó a exhibirse por la banda, casi como si fuera un entrenador más, una especie de caudillo de sus compañeros, un Viriato futbolístico del siglo XXI. No discuto la legitimidad del jugador para animar y hasta dirigir a los esforzados jugadores de Portugal, incluso puede acreditar ciertos valores su solidaridad verbal y gestual, pero al mismo tiempo no puedo impedir pensar  que el hombre no tiene solución y tanto en el campo, como fuera de él y en la banda ha de ser el protagonista, el condimento de cada salsa.

Y no es más que  lo que acabas observando en esta vida: con frecuencia te encuentras con quienes necesitan encabezarlo todo, quienes no pueden pasar nada sin intervenir, opinar, precisar y hasta pontificar. Con lo fácil que es -o debería ser- dar un paso atrás, dejar que el lucimiento y el éxito pueda compartirse proporcionalmente, igualitariamente ... Bastante complicada es la vida como para que proliferen triunfadores, sabelotodo y seguros poseedores de la verdad.

4 comentarios:

gloria dijo...

Este personajillo, te da mucho juego. El Avecrem , le llamo yo.

Brunetti dijo...

Definitivamente, amigo Modestino, tienes fijación con Cristiano. No desaprovechas ocasión para crucificarlo, haga lo que haga.

Coincido contigo en que el hombre tiene muchos defectos (¿y quién no?), pero también tendrá algunas virtudes. Así, a bote pronto, se me ocurren algunas: rara vez se queja de la estopa que le dan los rivales; siempre da la cara y busca la pelota, nunca se escabulle ni escaquea ni escurre el bulto; se deja la piel en los entrenamientos y el gimnasio; suele respetar a los rivales y no recuerdo que le hayan expulsado; no niega autógrafos ni fotos a los chavales que se le acercan.... Todo ello, sin contar con que destina una parte de su inmensa fortuna a ayudar a los más menesterosos, algo que nadie suele reconocerle, quizá por caer tan rematadamente mal.

Y en cuanto a su actuación en la banda durante los últimos minutos de la final, dando órdenes a sus compañeros, créeme que no lo interpreté como un acto de soberbia (de la que va sobradísimo), sino como una forma de ayudar al equipo; posiblemente, porque en ese momento estaba leyendo el partido mucho mejor que su entrenador (por eso es un crack).

¿Te imaginas que jugara en el Real Zaragoza y reventara cada domingo las porterías rivales? A lo mejor cambiabas la opinión que tienes de él: ya sabes aquello de la vida y del cristal con que se mira, amigo mío.

Saludos calurosísimos desde la costa,

Modestino dijo...

Yo creo que Cristiano está quejándose continuamente.

Y si jugara en el Zaragoza ... se rompería rl cruzado al segundo partido ...

Reconozco que le tengo paquete ...

A ver si vienes ...

Ah ... estaba esperando su alegato defensivo ;)

Tommy dijo...

Si no le dan el Balón de Oro, al menos puede aspirar al Emmy a la mejor interpretación en espectáculo musical o de variedades.